Entre cazadores:
- ¿Y cómo te fue en tu último safari, compadre?
- Muy mal compadre. Fíjese que cuando estaba en
medio de la selva se planta frente a mí un enorme tigre. Inmediatamente le apunté
y accioné el gatillo, pero el rifle se encasquilló y no disparó.
No
tuve otra que empezar a correr, con el tigre atrás persiguiéndome.
Cada
vez que volteaba el animal estaba más cerca.
Cuando ya casi me atrapaba, vi que el tigre como
que se resbalaba y se quedaba un poco atrás, y así varias veces hasta que lo
dejé atrás y me puse a salvo.
- Caray, compadre, yo me hubiera cagado del susto.
- ¿Y con qué cree que se resbalaba el tigre,
compadre?