miércoles, 6 de mayo de 2015

Lo que hice en San Francisco

En una ocasión entró un vaquero a una cantina de un pueblo a tomarse un trago, y al llegar amarró su caballo en la puerta. Pero al salir el forastero de la cantina se percató que su caballo ya no estaba, muy enfadado el tipo regresó al salón y pateando la puerta y tirando las sillas amenazó:
- Si no aparece mi caballo en 5 minutos voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se dirigió a la barra por otro trago. A los 3 minutos volvió a salir y de nuevo no encontró su caballo, de nuevo entró al salón pateo la puerta y volvió a gritar:
- Si en 2 minutos no aparece mi caballo, voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se volvió a dirigir al cantinero por otro trago al minuto, nuevamente se dirigió a la puerta y el caballo ni luces y encolerizado tiró la puerta del salón y exclamó:
- Se los advierto, si en un minuto no aparece mi caballo, voy a hacer aquí lo mismo que hice en San Francisco, y se dirigió nuevamente a la barra con el cantinero para otro trago. Finalmente al pasar el minuto, volvió a salir y por fin allí se encontraba el caballo tal y como lo había dejado. 
Ya satisfecho regresó al salón para pagarle al cantinero y luego se dirigió a su caballo, se monto y ya se iba a marchar cuando de pronto salió corriendo el cantinero con una cara de duda que para que les cuento, y le preguntó:
- Disculpe señor, este, en nombre de todos los parroquianos de la cantina y mío, tenemos una dudota, este, ¿Qué fue lo que hizo en San Francisco?
A lo que el forastero contesta:
- Pues, me fui a pie.