miércoles, 18 de febrero de 2015

Deseos imposibles

Estaba un hombre caminando por la playa, de repente alzó los ojos al cielo y con toda la devoción que pudo, pidió a Dios que le concediera un deseo. Dios al verlo se apiadó de él.

- Pedid y se os dará - exclamó una voz desde lo alto.

- Mira Dios, tengo una novia que vive en Madrid, yo vivo en Mallorca y me cuesta mucho ir a verla, ¿No podrías construirme un puente que una las islas con la península?

- Eso que me pides, respondió Dios, es un trabajo muy materialista. Tendría que erguir grandes pilares de hormigón que profanarían mis océanos. Debería emplear cientos de toneladas de hierro y asfalto, reflexiona hijo mío, pídeme algo que me honre y glorifique, a lo que el hombre respondió: 

El hombre se queda pensado y luego le pregunta:

- Me he divorciado tres veces, me gustaría tener el don de saber escuchar a las mujeres, comprenderlas, saber por qué dicen no cuando quieren decir sí y viceversa, qué quieren decir cuando callan, por qué lloran sin motivos, ¿Cuál es el secreto para hacer feliz a una sola mujer?
 
Dios desde lo alto carraspeó y respondió a su deseo con una pregunta: 
¿Y de cuántos carriles dices que quieres el puentecito?