sábado, 21 de marzo de 2015

El regimiento de caballería

- ¡Mañana los quiero a todos aquí a las 6:00 AM sin pretextos! – Les dijo el general del 9° Regimiento de Caballería a sus soldados.
Al día siguiente, a la hora señalada no había llegado nadie, el general estaba furioso, cuando ve que viene uno de sus soldados a pie. – ¿Qué le pasó?, ¡Le dije que a las 6:00 AM!
– Sí, mi general, pero venía en mi caballo y que mete la pata en un hueco y se le quebró la pata, y no me quedó más remedio que matarlo y dejarlo en el camino y venirme a pie.
– ¡Ah, caray!, bueno pase.
Otro soldado que venía atrás escuchó el pretexto y, cuando llega con el general:
– Fíjese, mi general, que yo venía en mi caballo, pero lo mordió una víbora y se me murió en el camino por lo que tuve que venirme a pie.
Otro soldado:
– Fíjese mi general que venía en mi yegua y se puso a dar a luz, la dejé en el camino y me vine caminando.
Y todos los soldados que llegaban daban el pretexto del caballo, y el general más se iba molestando.
– ¡A ver usted, ¿Por qué llegó tarde?
Fíjese mi general, que venía en mi caballo, que le da la encefalitis equina, se me muere en el camino y me tuve que venir a pie.
– El próximo que me salga con que le pasó algo a su caballo, ¡Lo mando a fusilar!
En eso llega el soldado Pepito.
– ¡Usted!, Soldado Pepito, ¿Por qué llega tarde? ¡No vaya a salir con el pretexto del caballo!
–  No, mi general, yo venía muy rápido en mi camioneta, pero el camino estaba hasta el tope de caballos muertos, y no pude pasar, así que dejé mi camioneta… ¡Y me vine a pie!